Me cambio de familia
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Amalia recibe una fría bienvenida, se siente marginada. David opina que su sitio no es ése, ella tiene que estar con los niño en casa.
Amalia y Saray tienen familias diferentes y cada una se lo ha hecho saber. Amalia ha intentado que David colabore más en las labores de casa y que empatice con su mujer. Por otra parte, Saray ha querido que Juan Carlos se haga respetar en su familia y que sus hijos le hagan caso.
Desde que ha entrado por la puerta Amalia, David no ha parado de darle órdenes, todo tiene que estar impecable y como le gusta a él. Y por si fuera poco, la suegra también le dice a Amalia cómo tiene que limpiar y cocinar.
Saray quiere las mujeres sean las que hagan las labores de la casa, el hombre es un hombre y tiene que ser respetado, entre todos los hombres fabricarán una mesa. Amalia pide igualdad entre hombres y mujeres, los niños tienen que ser más autosuficientes, David tendrá que empatizar más con su mujer. ¿se cumplirán las normas?
Saray le ha pedido a Miriam que cambie las sábanas de las camas de sus hermanos y la suya. Ella se ha negado, sus hermanos pueden hacerlo ellos mismos. En cambio, sí ha limpiado. Saray y Miriam acaban chillando sin que Juan Carlos pueda calmarlas.
Según Saray, en casa de Juan Carlos reina el pasotismo y la anarquía y nadie le respeta. Saray se empeña en que se cumpla el castigo pero finalmente, Miriam se sale con la suya. Juan Carlos le levanta el castigo.
Saray le recrimina que no tiene ninguna sensibilidad con su hijo Joel al decir que necesita un psicólogo el pequeño. Esta afirmación hace que Saray explote con su nuevo marido.
Amalia, la primera protagonista de 'Me cambio de familia' lo normal es que en casa todos hagan de todo y que nadie le dé órdenes. Para Saray. la segunda, lo habitual es que ella haga todas las labores domésticas y que reciba numerosos encargos. Las dos están a gusto con que esto sea así, pero ahora todo va a cambiar de...
Los tres hijos discuten entre ellos y ninguno quiere hacer lo que les pide Saray: poner la mesa en condiciones.
Amalia ha querido tener una charla distendida con su nuevo marido, le ha explicado que su nueva suegra no le deja respirar. Para David, su mujer tiene un rol marcado: tiene que dedicarse a los niños y a la casa.
Coyote Dax y Emma han tenido una fuerte discusión porque ella no quería ir a la sauna y él la ha dejado esperando sola en la calle.
Por su parte, en su casa Emma hace de todo: compra, cocina, limpia, recoge y cuida de sus hijos. Pero en su hogar reina el caos porque habitualmente sus niños hacen lo que quieren y, aunque la propia Emma se vea sobrepasada, todos tienen claro que son una familia muy unida y que no pueden estar los unos sin los otros.
Después de haber conocido un ambiente que nada tiene que ver con su forma de vida, llega el turno de que Lily y Emma cambien las normas de la casa.
Lily se maquilla hasta para ir a por el pan. A Javi le ha parecido fatal que se haya entretenido arreglandose en vez de dedicarse a recoger la casa.
Lily tiene una fuerte discusión con la madre de Javi porque no entiende el concepto que los gitanos tienen sobre las mujeres. "Nos casamos para encargarnos de la casa, de nuestros maridos y de nuestros hijos", le ha contestado ella.
Javi, el marido de Emma, se queda alucinado con la neecsidad que tiene Lily de ir arreglada a cualquier sitio.
La familia de Emma tiene por costumbre subordinar a la mujer a las tareas de la casa. Para Lily, la mujer debe cultivarse en todos los aspectos, igual que el hombre. A pesar de las diferencias, han conseguido dialogar.
Lily, la esposa de Coyote Dax, es una mujer independiente y moderna. Para ella es fundamental que en su hogar haya paz y armonía y que sus hijos se den cuenta de que para triunfar en la vida hay que esforzarse. Son una familia para la que la palabra éxito es muy importante.
Alicia y José residen en el pueblo toledano de Borox, son ganaderos y se dedican a la organización de capeas. Son taurinos y viven en un ambiente muy tradicional. Para ella, el aspecto es muy importante y, en su opinión, los heavies y los góticos tienen una apariencia desaseada. Además, confiesa que es una mujer muy visce...
Emma tiene un gran sentido del ridículo y no entiende como su nuevo 'marido' puede vestirse con unas mallas y no con un chándal, como es costumbre entre los suyos.