Con la salida de los infectados de la sala restringida, el virus se expande por el colegio sin control. La única esperanza es la reconstrucción de la máquina de radiación lumínica, la cura definitiva para la enfermedad.
Pero la máquina no llega. El Coronel le explica a Elsa que los científicos que intentan reconstruir la máquina fuera del perímetro de seguridad están encontrando más dificultades de las previstas. Lucía teme que no lleguen a tiempo: el propio Wulf fracasó una y otra vez hasta que contó con la colaboración de un genio superdotado, un tal Max Levov que logró en unas semanas lo que Wulf y su equipo llevaban años intentando.
Ese hombre es el único capaz de construir la máquina, pero todo indica que murió en la explosión de los laboratorios subterráneos… o tal vez no. Pronto queda claro que ese hombre es el que se encuentra atrapado en los pasadizos, el mismo que ayudó a los chicos a descubrir al asesino de Carolina y que, la última vez que les vio, les dijo "si yo muero, todos moriréis". Ahora queda claro que la vida de todos ellos está en sus manos.
Alicia y Martín encuentran, al registrar el cuarto de Hugo, pruebas de que Ottox sigue activo y está tramando alguna operación inminente. Empiezan a tener claro que están siendo víctimas de una conspiración, pero ni se imaginan que el Teniente Garrido está compinchado con Hugo y que no es el único de los habitantes del colegio que trabaja para Ottox.
Marcos e Iván llegan a las manos y a María no le queda más remedio que correr a separarles. Al ver la reacción de Marcos, más que harto de la actitud de Iván, María decide contarle la verdad. La medicina que toman para sobrevivir produce en Iván unos fuertes efectos secundarios. Está perdiendo la memoria a marchas forzadas y ese es el motivo por el que está echando a todo el mundo de su lado. No quiere ser una carga para nadie cuando vaya a peor.
Marcos, en shock, empieza a comprender el extraño comportamiento que Iván estaba teniendo en los últimos días. Está claro que la más perjudicada está siendo Julia, ajena a las verdaderas motivaciones de Iván.
Tras encerrar a sus amigos en los pasadizos a punta de pistola, Roque trata de huir del colegio. Intenta ponerse en contacto con el soldado corrupto y sobornarle. Sin embargo, una cosa es aceptar dinero a cambio de información y otra muy distinta dejar salir de la zona de seguridad a uno de los infectados.
Por fin, Martín se ha atrevido a hacer lo que llevaba mucho tiempo posponiendo: confesar a Lucas que su madre está muerta. El pequeño tardará en asumirlo pero es mejor eso que vivir en una mentira. Ahora que Lucas sabe la verdad, ya no pensará que Rebeca está usurpando el lugar de su madre y Martín podría, al fin, avanzar libremente en su relación con Rebeca.
Sin embargo, Martín se siente incapaz de perdonar a la profesora por haber dudado de él. Siente que ella le falló cuando más lo necesitaba aunque no puede evitar seguir locamente enamorado de ella.
Mientras la enfermedad se expande sin control por el colegio, algunos de sus habitantes asisten desolados al rudimentario entierro de Amelia. Sin familiares que se despidan de ella, incomunicados y sin poder dar parte a las autoridades, la profesora de los más pequeños es enterrada en el bosque en una rústica caja de madera. Un escalofriante presentimiento recorre a todos los presentes en la lúgubre ceremonia: ¿acabarán todos igual?
El Internado se transmite por Antena 3 el miércoles 11 octubre 2017 a las 09:30 horas.